viernes, 27 de enero de 2012

Y un día

Y un día, me acordé que tenía este blog!
La cosa es así: tuve ganas de escribir algo, bajo la influencia de la lectura de los productos Orsai. Hace días que leo y leo y leo y recomiendo a mis amigos la experiencia de Casciari. Y leo no solo sus posts y goteos sino los comentarios de otros lectores. Y de pronto se enciende el entusiasmo. En una sesión de skype le cuento a mi hermano Diego, que está en el otro hemisferio, que vale la pena conocer Orsai. Después de su breve desilusión por no tratarse de fútbol, y para peor, enterarse que se trata de literatura, mi hermano finalmente accede a la conferencia Ted que este hombre dio.
Por supuesto, le encantó. Y ya está circulando en su grupo de amigos latinoamericanos, también conocidos como "los perros". La cosa sigue que mi hermano recuerda que una vez quiso abrir un blog, para compartir con el mundo su pasión por el fútbol, pero desertó porque no es bueno escribiendo, cosa que será debidamente refutada. Y tras ello, me increpó por ser dueña de un blog misterioso, secreto, oculto en las tinieblas del eter cibernético. Broma va broma viene, así fue que me acordé de este blog.
Primero lo leí y sentí una especie de ajenidad. No me reconocí. Pero después recordé que el pasado me interesa. Repito: me interesa. Y que algo de lo que fui soy y algo de lo que soy seré. En definitiva, me convencí que está bueno documentar esos relatos nimios, triviales, anécdotas, ideas, para documentar ese paso del tiempo. Quien soy, qué quiero, a dónde voy.
Mi último post ocurrió en Julio de 2009. Pasaron dos años y medio. Una bocha de tiempo. Y decidí no borrarlo y crear uno nuevo sino soportar el vacío lingüístico que produje y empezar a generar desde ahí algo nuevo, a inventar algo que todavía, bien bien, no sé qué es pero está por llegar.
Gracias Casciari, gracias Diego y todas las gracias que van a venir!
Licenciada a

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